La Unión Feminista Argentina e ingreso al Partido Socialista

En 1920 Alicia Moreau fue una de las fundadoras de la Unión Feminista Nacional (UFN) con el fin de unificar las distintas organizaciones feministas que existían en ese entonces, como el Centro Socialista Femenino, la Agrupación Socialista Femenina, y el Consejo Nacional de Mujeres. La UFN tenía como objetivo organizar a las mujeres, a partir de centros en todo el país, para obtener la igualdad de derechos con los hombres, así como para mejorar las condiciones del trabajo femenino. La acción política de la UFN resultó decisiva para apoyar la sanción de muchas importantes leyes de reconocimiento de los derechos de la mujer y de protección del trabajo femenino. La UFN publicó mensualmente la revista Nuestra Causa. La UFN comenzó a organizar movilizaciones activas de mujeres durante los actos electorales, así como peticiones masivas dirigidos a los legisladores y acciones de lobby.
La UFN estaba dirigida entre otras mujeres por Alicia Moreau, quien fue elegida presidenta, Julia García Games, Angela Costa, Elsa Bachofen, Berta de Gerchunoff, Adela García Salaberry, Consuelo G. de García, Clotilde Rossi, Josefina L. de Mantecón. La poetisa Alfonsina Storni solía participar de los actos de la UFN. Ese mismo año Moreau es una de las creadoras del Comité Femenino de Higiene Social con el fin de combatir la trata de blancas.
Pocas semanas después la UFN establecía una alianza con el Comité pro Derechos de la Mujer, presidido por Elvira Rawson de Dellepiane, para reclamar activamente el reconocimiento del derecho a votar de las mujeres y apoyar al Partido Feminista Nacional que impulsaba la candidatura a diputada nacional de Julieta Lanteri. La prensa conservadora comenzó a utilizar el término "damas rojas" para referirse a las mujeres que reclamaban el derecho a voto.
En 1921 decide afiliarse al Partido Socialista y al año siguiente se casó con su fundador, Juan B. Justo, que fallecerá siete años después, y con quien tuvo tres hijos: Juan Justo, Luis Justo y Alicia Justo. Alicia Moreau de Justo alcanzó en esas décadas a integrar el Comité Ejecutivo del Partido Socialista y se convirtió en la primera mujer argentina en ocupar un cargo político. Desde su cargo directivo en el PS organizó exitosamente las "Agrupaciones Femeninas" en cada Centro Socialista, con el fin de organizar la acción política de las mujeres. Algunas agruoaciones crearon centros para los niños, para que más mujeres pudieran acercarse a la actividad política. El Partido Socialista se diferenció de los otros partidos políticos de la época por la gran cantidad de mujeres que militaban en sus filas.
En 1925 las feministas obtuvieron su primer triunfo parlamentario al lograr la sanción de la Ley 11.317 reglamentando el trabajo de las mujeres y los niños, en la que se establecía que las mujeres no podrían trabajar más de 8 horas diarias y 48 horas semanales, prohibición del trabajo nocturno y en tareas insalubres, prohibición del despido de mujeres embarazadas, licencia para amamantar y obligación de las empresas de tener guarderías.
En 1926, las feministas obtienen un nuevo y resonante triunfo con la Ley de Derechos Civiles de la Mujer que aunque no establecía la igualdad plena entre hombres y mujeres, establecía por primera vez el principio de que las mujeres y los hombres debían ser equiparados en términos de derechos.[2

Juventud, feminismo y socialismo

En 1906, cuando contaba con 21 años, Alicia Moreau fundó el Movimiento Feminista en Argentina. Durante la celebración del Congreso Internacional del Libre Pensamiento, que se realizó en Buenos Aires, la republicana española Belén de Sárraga le sugirió que las argentinas deberían organizar un movimiento en favor de los derechos políticos de la mujer.[1] Entonces, Moreau propuso la idea en una de las reuniones del Congreso y junto a otras mujeres, como Sara Justo, la Dra. Rawson Dellepiane, la Dra. Lantieri, entre otras, fundaron el Centro Feminista de Argentina y el Comité Pro-Sufragio Femenino. A partir del congreso, el Partido Socialista, que contaba con un activo Centro Femenino, comenzó a invitar a Alicia Moreau a dar conferencias a los simpatizantes en los diversos centros socialistas a través de la Sociedad Luz.
En 1907 ingresó a la Facultad de Medicina de la
Universidad de Buenos Aires, en una época en que la sociedad veía con rechazo que las mujeres estudiasen una profesión universitaria. Alicia Moreau perteneció al grupo de seis mujeres que se inscribieron por primera vez para estudiar medicina en Argentina. Desde sus años universitarios Alicia Moreau prestó atención a las enfermedades sociales relacionadas con la discriminación de la mujer y de los trabajadores. Se graduó de médica en 1913 con diploma de honor.
Entre 1906 y 1914, Alicia Moreau escribió varios artículos sobre educación y política en la Revista Socialista Internacional dirigida por
Enrique del Valle Iberlucea, quien años después sería elegido como primer senador socialista de América Latina. Algunos de esos artículos se titularon: La escuela nueva, La Comuna y la educación, Liga Internacional para la educación racional de la infancia, Internacionalismo escolar, Las universidades populares de Noruega, etc.
Por entonces Alicia Moreau expuso su tesis sobre la escuela nueva, en la que cuestionaba profundamente la escuela pública argentina, sosteniendo que los niños solo se pertenecen a sí mismos, y que ni los padres, ni la Iglesia, ni el Estado, tienen derecho a imponerles sus dogmas y convicciones.


Alicia Moreau nació en Londres el 11 de octubre de 1885. Su padre, Armando Moreau, fue un revolucionario francés, que participó en la Comuna de París y que, después de la derrota en 1871 y la cruenta represión subsiguiente, buscó refugio en Bélgica primero y Gran Bretaña después.

En 1890, ella y María Denanpont, su madre, emigraron a la Argentina. Una vez establecido en Buenos Aires, el padre de Alicia se integró en los grupos socialistas que comenzaban a organizar el movimiento obrero argentino. Alicia solía acompañarlo a estas reuniones y actividades.

Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Normal Nº 1 donde, ella misma recuerda, recibió una influencia decisiva de parte de
Hipólito Yrigoyen, quien enseñaba allí como profesor de filosofía y que varios años más adelante se convertiría en el primer presidente democrático de la Argentina. Sin embargo en 1900, Alicia cuestionó severamente la participación de Yrigoyen en los levantamientos militares impulsados por la Unión Cívica Radical.


Las tertuliasOtro momento de diversión eran las tertulias, reuniones que se hacían a la noche, en las casas de los vecinos, y que terminaban alrededor de las once. Iban amigos de toda la vida y también forasteros, quienes eran "la gran novedad", ya que traían las últimas noticias del exterior. En estas reuniones estaban siempre las mujeres de la familia y, a veces, el dueño de casa. Es que, por lo general, éste se divertía más hablando de política en el café.

Los bailesLos porteños eran famosos porque ¡les encantaba bailar! Algunos de los bailes preferidos eran la contradanza española, los valses y los minuetos. Pero próximo a la época de la Revolución cuando empezó a hacer furor una danza que se acompañaba con cantos y en la cual la mujer avanzaba cantando "cielito, mi cielo". ¿Cómo se llamaba? Justamente: Cielo.

La recova dividía la plaza en dos partes iguales. En sus galerías había comercios.

El Cabildo con su fachada completa. Era la sede del gobierno municipal
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